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La escalada militar de Estados Unidos en el Caribe: la crisis de Venezuela

Estados Unidos aumentó drásticamente su presencia militar en el Caribe en agosto y septiembre de este año, con Venezuela como objetivo principal. Este incremento constituye la operación militar estadounidense más importante en la región en décadas y marca un claro cambio de la vía diplomática a la militar en el conflicto con el régimen de Nicolás Maduro.

Escalada mortal el 2 de septiembre

El 2 de septiembre de 2025, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo su primer ataque militar directo contra un presunto barco narcotraficante venezolano, matando a 11 personas. El presidente Trump declaró que las víctimas eran miembros de las fuerzas de seguridad venezolanas. Tren de Araguaque anteriormente había sido clasificada como organización terrorista. Esta operación representa una escalada sin precedentes de la represión estadounidense contra las organizaciones de narcotraficantes en América Latina.

El ataque se produjo en el contexto de una importante concentración militar. Más de 4.500 infantes de marina y marineros fueron enviados al sur del Caribe a través de ocho buques de guerra y un submarino nuclear. Esta flota incluye destructores avanzados con misiles guiados Aegis, buques de asalto anfibio y un submarino nuclear de ataque, un equipamiento militar que va mucho más allá de las operaciones antidroga habituales.

Instrumentos jurídicos de 1798

A principios de este año, la administración Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una ley de tiempos de guerra originalmente diseñada para conflictos entre naciones, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Esta ley se está utilizando ahora para deportar a venezolanos en masa, incluso a El Salvador, donde fueron detenidos en la prisión de máxima seguridad CECOT.

El uso de este instrumento histórico indica que Washington ya no ve la situación como un problema de inmigración o de drogas, sino como una forma de guerra. Esta base jurídica crea un espacio para acciones militares que en circunstancias normales serían problemáticas según el derecho internacional.

Las designaciones terroristas como estrategia

En febrero de 2025, el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa, entre otros, fueron designados oficialmente Foreign Terrorista Organizaciones. Además, Washington sancionó al Cartel de los Soles, supuestamente dirigido por Maduro. Estas designaciones son más que fantasmas simbólicos: crean bases legales para la intervención militar.

Las designaciones de terrorismo significan que cualquier interacción con estas organizaciones puede etiquetarse como apoyo al terrorismo. Para Venezuela, donde, según Estados Unidos, las fronteras entre el gobierno y las organizaciones criminales se están difuminando, esto abre la puerta a la ampliación de las operaciones militares.

Contramovimiento chino

Mientras Estados Unidos intensifica la presión militar, China ha reforzado su posición económica en Venezuela. En 2023, los dos países elevaron sus relaciones bilaterales a una "asociación estratégica de todo tiempo". Maduro y Xi mantuvieron una reunión bilateral en Moscú, donde intercambiaron elogios y promesas de cooperación. Los gobiernos de ambos países informaron de que están previstos más de 600 acuerdos bilaterales para 2025.

La estrategia de Pekín ha pasado de los grandes préstamos financieros a las Zonas Económicas Especiales. Este enfoque permite a China mantener una influencia económica independiente de la situación política de Venezuela, al tiempo que ofrece alternativas a la presión económica estadounidense. Es una forma de diplomacia económica que busca neutralizar la presión militar sin confrontación directa.

La diplomacia del petróleo cambia

La política de sanciones de EE.UU. muestra señales contradictorias. En julio de 2025, Estados Unidos concedió una licencia limitada a Chevron para reanudar la producción de petróleo en Venezuela, bajo estrictas condiciones y sin que los ingresos fueran a parar al Gobierno de Maduro. Esta decisión se produjo después de que Chevron se viera obligada a cerrar sus operaciones en mayo de 2025, lo que provocó una caída de las exportaciones de petróleo de Venezuela de casi 20% a 700.000 barriles diarios. El país, que lleva años luchando con hiperinflación tiene una de las mayores reservas de petróleo del mundo. En 2008, la producción media de petróleo era de 2,3 millones de barriles diarios.

Esta diplomacia del petróleo ilustra la complejidad del enfoque estadounidense: Venezuela es tratada como un Estado hostil, pero Washington intenta al mismo tiempo mantener las palancas económicas. Se trata de un delicado acto de equilibrio en el que a veces entran en conflicto los intereses energéticos y los objetivos geopolíticos.

F-35 para operaciones antidroga

La escalada más reciente se produjo con el traslado de 10 cazas F-35 a Puerto Rico específicamente para operaciones contra organizaciones de narcotraficantes. Estos avanzados cazas furtivos representan una nueva fase en la militarización de las operaciones antidroga. Donde antes se utilizaban barcos guardacostas y agentes de la DEA, ahora toman la iniciativa medios militares diseñados para conflictos entre grandes potencias.

Recursos militares desplegados

Buques de guerra:

  • USS Gravely (DDG-107) - Destructor de clase Arleigh Burke con defensa antimisiles Aegis y misiles de crucero Tomahawk
  • USS Jason Dunham (DDG-109) - Destructor de clase Arleigh Burke con defensa antimisiles Aegis y misiles de crucero Tomahawk
  • USS Sampson (DDG-102) - Destructor de clase Arleigh Burke con defensa antimisiles Aegis y misiles de crucero Tomahawk
  • USS Lake Erie (CG-70) - Crucero de clase Ticonderoga con centro de mando Aegis avanzado
  • USS Iwo Jima (LHD-7) - Buque de asalto anfibio de clase Wasp para operaciones de desembarco de infantes de marina y helicópteros.
  • USS San Antonio (LPD-17) - Buque de transporte anfibio de la clase San Antonio para el transporte y desembarco de tropas.
  • USS Fort Lauderdale (LPD-28) - Buque de transporte anfibio clase San Antonio para transporte y desembarco de tropas.
  • USS Minneapolis-St. Paul (LCS-21) - Buque de combate litoral clase Freedom para operaciones en aguas costeras
  • USS Newport News (SSN-750) - Submarino de guerra submarina y vigilancia de la clase Los Angeles

Fuerza Aérea:

  • 10x F-35 Joint Strike Fighter - Avión de combate furtivo de 5ª generación para la superioridad aérea y los ataques de precisión

Posibles objetivos dentro del país

El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió que Estados Unidos mantendrá activos en el Caribe y seguirá operando contra los "narcoterroristas designados". Estas declaraciones sugieren que las operaciones militares de septiembre forman parte de una campaña más amplia.

Según fuentes, el presidente Trump está considerando múltiples opciones de ataques militares contra los cárteles de la droga en Venezuela, incluyendo posibles objetivos dentro del propio país como parte de una estrategia más amplia para debilitar al líder Nicolás Maduro.

Entre los demócratas estadounidenses cunde la frustración por lo que consideran falta de transparencia de la Casa Blanca sobre las actividades militares. Los principales demócratas afirmaron la semana pasada que no se les había informado de la operación, que según la Administración es el inicio de una campaña militar más amplia. Los funcionarios suspendieron la reunión informativa bipartidista el viernes, cuando los participantes ya habían llegado. La sesión se ha aplazado hasta esta semana.

Tensiones similares surgieron a principios de este año tras el ataque de Trump contra Irán. En junio, altos funcionarios de Trump pospusieron una reunión informativa con legisladores tras el ataque estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, acusó entonces a la administración Trump de no compartir adecuadamente la información sobre la operación contra Irán con los legisladores.

Respuesta militar venezolana

Maduro ha respondido movilizando a 4,5 millones de milicianos y advirtiendo de una "lucha armada" si Venezuela es atacada. El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) estima que el tamaño real de las fuerzas armadas y las milicias de Venezuela es considerablemente inferior: unos 123.000 soldados en activo y 220.000 milicianos.

Dos F-16 venezolanos sobrevolaron buques de guerra estadounidenses la semana pasada. El Pentágono calificó estas acciones de "maniobras altamente provocadoras".

La diplomacia regional, bajo presión

El Secretario de Estado Marco Rubio emprendió un viaje diplomático a Jamaica, Guyana y Surinam en marzo de 2025 con dos objetivos: eliminar las barreras a la inversión estadounidense en energía en el Caribe y reducir la delincuencia en la región. EE.UU. ha reintroducido una Iniciativa de Seguridad para la Cuenca del Caribe, con 88 millones de dólares anuales hasta 2029.

Esta financiación responde a la preocupación por la seguridad en una región donde se encuentran nueve de los diez países con las tasas de homicidio más elevadas de América Latina y el Caribe. Es un intento de retener a los aliados regionales a medida que aumentan las tensiones militares.

Impacto en los territorios holandeses

Para los Países Bajos, estos acontecimientos tienen consecuencias directas. Aruba, Curaçao, San Martín, Bonaire, San Eustaquio y Saba se encuentran en una región cada vez más militarizada. Las posibles consecuencias son la interrupción de las rutas comerciales, el aumento de los flujos migratorios y la desestabilización general.

Las repercusiones económicas sobre el turismo, el comercio y el suministro energético podrían ser significativas. También existe el riesgo de que los Países Bajos, como socio europeo de Estados Unidos, se vean obligados a elegir entre las relaciones atlánticas y la estabilidad regional.

Patrón de escalada sin salida

La situación actual muestra las características de una escalada clásica sin una estrategia de salida clara. Ambas partes han maniobrado para situarse en posiciones de las que es difícil retirarse. Estados Unidos ha vinculado su credibilidad a la lucha contra lo que define como terrorismo, mientras que Maduro basa su legitimidad en la resistencia a la presión estadounidense. Además, Venezuela cuenta con aliados militarmente poderosos como China, Rusia e Irán.

China ha reiterado su apoyo a Venezuela sin amenazar directamente con contramedidas militares. Rusia, que históricamente ha prestado apoyo militar a Caracas, se ha limitado por ahora al apoyo diplomático. Esta moderación sugiere que ninguno de los principales aliados busca actualmente una confrontación directa, pero también deja margen para una mayor escalada.

Militarización 

El despliegue de los F-35 contra las organizaciones de narcotraficantes marca un cambio fundamental en la estrategia antidroga estadounidense. Donde tradicionalmente estos problemas se abordaban mediante la aplicación de la ley y la cooperación al desarrollo, ahora se despliega material militar diseñado originalmente para la guerra interestatal convencional.

Esta militarización tiene precedentes en Colombia y México, pero la escala y la intensidad de las operaciones actuales no tienen precedentes. La cuestión es si los medios militares son eficaces contra organizaciones que operan principalmente como redes delictivas y no como entidades territoriales.

Escenarios

Es difícil de evaluar, en parte debido a las acciones impredecibles tanto de Maduro como de Trump. Sobre la base de los acontecimientos actuales, tres escenarios son probables:

  • Operaciones militares limitadas centradas en objetivos específicos sin invasión a gran escala
  • Una amplia campaña aérea dirigida contra las infraestructuras militares y económicas
  • Una intervención militar a gran escala para cambiar el régimen

Hace poco, Estados Unidos duplicó de 25 a 50 millones de dólares el dinero del chivatazo que podría llevar a la detención de Maduro.

La actual crisis en el Caribe representa un giro significativo en la política exterior estadounidense hacia los medios militares. La combinación de instrumentos jurídicos, designaciones terroristas y despliegue militar crea un marco para ampliar las operaciones contra Venezuela.

Para los Países Bajos y otros actores regionales, esto significa un periodo de incertidumbre en el que la planificación a largo plazo se complica por la imprevisible evolución política y militar. Los próximos meses serán cruciales para determinar si esta crisis puede desescalarse o si irá a más.

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Carlos Lehder liberado: El cofundador del cartel de Medellín en libertad en Colombia

Carlos Lehder Rivas, uno de los fundadores del célebre cártel de Medellín, ha sido puesto en libertad en Colombia tras un fallo judicial que declaró prescrita su anterior condena por narcotráfico. La decisión, tomada por la juez Martha Yaneth Delgado, ha reavivado el debate en el sistema jurídico colombiano sobre la justicia para los antiguos líderes de los cárteles.

Lehder, que ahora tiene 75 años, fue detenido a su llegada al aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá a finales de marzo de 2025. La detención se basó en una condena de 1995 por tenencia ilícita de armas de fuego. Sin embargo, el juez Delgado dictaminó que estos cargos ya no eran válidos por haber prescrito.

"A la vista del referido informe de detención y teniendo en cuenta que en la fecha fijada se produjo la prescripción de la pena impuesta al condenado Carlos Enrique Lehder Rivas, no se legaliza su detención", señala la juez Delgado en su auto.

Este último acontecimiento pone fin a un viaje tumultuoso para Lehder, que revolucionó el contrabando de cocaína en la década de 1980 utilizando el transporte aéreo y estableciendo Norman's Cay en las Bahamas como punto crucial de transbordo. Tras su extradición a Estados Unidos en 1987, Lehder pasó más de 30 años en cárceles estadounidenses antes de ser deportado a Alemania en 2020 por motivos de salud.

Complejidad jurídica e implicaciones internacionales

La liberación de Lehder pone de relieve la complejidad del derecho internacional, especialmente en el caso de las extradiciones prolongadas y la caducidad de las reclamaciones judiciales. También pone de relieve la lucha en curso contra el narcotráfico y su continuo impacto en el tejido jurídico y social de Colombia.

Sergio Guzmán, de Colombia Risk Analysis, señala: "Las personas que han sido juzgadas en tribunales estadounidenses... de hecho nunca han rendido cuentas por sus crímenes ante jueces y tribunales colombianos". Este sentimiento refleja una frustración más amplia ante la percepción de que los líderes de los cárteles no rinden cuentas en sus países de origen.

Un legado de delitos y polémica

El caso de Lehder vuelve a llamar la atención sobre el histórico narcotráfico colombiano. Su innovador uso del transporte aéreo y de bases estratégicas en islas aumentó drásticamente la influencia y los beneficios del cártel. Estas tácticas, combinadas con su extravagante estilo de vida y su postura contraria a la extradición, hicieron de Lehder una figura clave en el explosivo crecimiento del tráfico de cocaína durante la década de 1980.

En una rara declaración sobre su pasado, Lehder admitió una vez: "Fui un gángster... Mi objetivo es compartir estas experiencias para que otros no caigan en la tentación en el futuro". Sin embargo, esta reflexión sirve de poco para mitigar el devastador impacto de sus actos en innumerables vidas afectadas por el tráfico de drogas.

Problemas de salud

El abogado de Lehder citó los continuos problemas de salud como un factor en el proceso judicial de su cliente. "Se está recuperando de un cáncer y tiene problemas de hipertensión", explicó el abogado, subrayando la complejidad de tratar con antiguos miembros del cártel que envejecen.

Mientras Colombia se enfrenta a este último giro en su larga lucha contra el narcotráfico, persisten los interrogantes sobre cómo equilibrar la justicia histórica con las normas jurídicas actuales. La liberación de Lehder es un duro recordatorio del legado perdurable del cartel de Medellín y de los retos que plantea conciliar los crímenes del pasado con la justicia contemporánea.

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La estrategia penitenciaria de Bukele se amplía: El Salvador acoge a delincuentes estadounidenses

El Salvador, bajo la presidencia de Nayib Bukele, ha desplegado una estricta estrategia contra bandas delictivas como la MS-13 y Barrio 18. Este enfoque, conocido como "Plan de Control Territorial", se reforzó tras un brote de violencia que se cobró 87 vidas en marzo de 2022. El gobierno declaró el estado de emergencia, lo que dio lugar a detenciones masivas de presuntos miembros de las bandas y a la suspensión de ciertos derechos fundamentales.

Un elemento clave de esta política fue la construcción del Centro de Control del Terrorismo (CECOT), una prisión a gran escala que se inauguró en enero de 2023 con espacio para 40.000 detenidos. Esta institución se construyó para aliviar la saturación de las prisiones y alojar a los miles de detenidos durante las operaciones contra las bandas.

En un giro especial, Estados Unidos y El Salvador han llegado a un acuerdo por el que El Salvador acogerá a presos del continente americano, incluidos ciudadanos estadounidenses y extranjeros residentes legales condenados por delitos graves. Estos presos serán alojados en instalaciones como el CECOT. El acuerdo se anunció oficialmente tras una conversación entre el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el Presidente Bukele. Según Bukele, este acuerdo contribuye a la sostenibilidad del sistema penitenciario salvadoreño.

El 16 de marzo de 2025 llegó a El Salvador el primer grupo de más de 250 presuntos pandilleros, principalmente de la banda venezolana Tren de Aragua y de la MS-13. Este traslado se produjo a pesar de una orden judicial estadounidense que paralizaba temporalmente este tipo de deportaciones. El gobierno estadounidense invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para justificar estas deportaciones, lo que provocó debates legales y éticos.

Los críticos, incluidas las organizaciones de derechos humanos, han expresado su preocupación por la situación en el CECOT, especialmente por el hacinamiento y las presuntas violaciones de los derechos humanos. No obstante, el duro enfoque de Bukele sigue siendo popular entre la población salvadoreña, ya que la tasa de homicidios ha descendido significativamente y hay una mayor sensación de seguridad en el país.

Esta cooperación entre Estados Unidos y El Salvador marca una nueva fase en la lucha internacional contra la delincuencia organizada y pone de relieve la compleja disyuntiva entre seguridad nacional y derechos humanos.

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Haití en el precipicio: bandas, violencia y esperanza de cambio


Es junio de 2024 y Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, se enfrenta una vez más a un punto de inflexión. Enfrentado a una aplastante combinación de crisis políticas, humanitarias y de seguridad, el país parece tambalearse una vez más al borde del colapso. Mientras la violencia de las bandas se recrudece, la pregunta sigue siendo si volverá a encontrar la paz.


Las bandas ocupan cada vez más el vacío de poder y se calcula que controlan alrededor del 80% de la capital del país infestado. Aunque la ONU acordó previamente una misión multinacional de seguridad dirigida por Kenia en 2023, hasta ahora no se ha materializado debido a obstáculos legales y dificultades financieras. Como resultado, el vacío de poder sigue sin disminuir, para disgusto de la población.


El asesinato del Presidente Jovenel Moïse en 2021 ha agravado la crisis constitucional de Haití. El Parlamento ya no funciona y el sistema judicial se enfrenta a enormes problemas. A finales del mes pasado, el consejo de transición eligió a Garry Conille como nuevo primer ministro, que llegó a Haití este fin de semana. ¿Podrá Conille restablecer el orden y poner fin al caos que se apodera del país?

Una nación en declive
Los problemas de Haití no son nuevos. Durante décadas, el país ha luchado contra la pobreza, la corrupción y la inestabilidad. Pero en los últimos años, los retos han alcanzado niveles críticos. El asesinato del Presidente Moïse desencadenó una nueva ola de violencia y anarquía. Las bandas se hicieron con el control de amplias zonas de la capital, Puerto Príncipe, y sus alrededores. Violaciones, secuestros y asesinatos se convirtieron en sucesos cotidianos que sembraron el miedo entre la población.


Antecedentes históricos de las bandas
Los orígenes de los grupos armados en Haití se remontan a la década de 1950, cuando la dictadura de François Duvalier creó el grupo paramilitar Tonton Macoute para reprimir a los disidentes. Tras la caída de la dictadura de Duvalier en 1986, el Tonton Macoute se disolvió oficialmente pero nunca se desarmó. Sus miembros se reorganizaron como vigilantes y siguieron desempeñando un papel en la violencia política del país.


En 1994, el Presidente Jean-Bertrand Aristide disolvió el ejército haitiano y prohibió los grupos armados pro-Duvalier. Sin embargo, esto no supuso el fin de la violencia, ya que ex soldados y milicianos se unieron a facciones militantes informales. Durante la década de 1990 y principios de la de 2000, surgieron grupos de jóvenes, conocidos como chimères, que recibieron el apoyo de la policía y el gobierno para consolidar el poder de Aristide. Estos grupos tomaron el control de barrios enteros y se hicieron cada vez más independientes.


Evolución de las bandas
Tras el devastador terremoto de 2010, los grupos juveniles cobraron aún más fuerza. El terremoto provocó fugas masivas de las cárceles, lo que reforzó las filas de las bandas. Bajo el mandato del presidente Michel Martelly (2011-2016), se protegió a los políticos acusados de delitos, lo que reforzó aún más la cultura de anarquía y violencia.


Se calcula que en 2022 operaban en Haití unas 200 bandas, la mitad de ellas en la capital, Puerto Príncipe. Una de las bandas más influyentes es la "alianza G9", dirigida por el ex policía Jimmy Chérizier, también conocido como Barbecue. Esta alianza controla amplias zonas de la capital y se ha posicionado como una organización revolucionaria.


Jimmy "Barbacoa" Chérizier
Jimmy Chérizier, más conocido por su apodo "Barbacoa", es un antiguo agente de policía que se ha convertido en uno de los líderes de bandas más influyentes y temidos de Haití. Su vida dio un giro drástico cuando decidió tomarse la justicia por su mano y unirse al mundo de las bandas y el crimen organizado.


Como líder de la "alianza G9", una coalición de nueve bandas, Chérizier ha adquirido un poder considerable en la capital, Puerto Príncipe. Su alianza controla amplias zonas de la ciudad, donde a menudo lleva la voz cantante y ofrece a la población local tanto protección como miedo. Chérizier justifica sus acciones alegando que lucha contra la corrupción y la desigualdad generalizadas que asolan Haití. Se presenta a sí mismo y a su alianza como una organización revolucionaria que defiende los derechos de los pobres y marginados.


Sin embargo, su reivindicación de noble luchador se ve ensombrecida por las numerosas acusaciones de delitos que pesan sobre él, incluido el asesinato. A pesar de estas graves acusaciones, Chérizier sigue siendo una figura poderosa e influyente en los bajos fondos y la política de Haití. Mientras Haití siga luchando contra la violencia de las bandas y la inestabilidad política, el papel de Jimmy "Barbecue" Chérizier seguirá siendo sin duda un importante tema de debate y controversia. Su historia ilustra la compleja y a menudo violenta realidad de la vida en un país asolado por la pobreza, la corrupción y el abuso de poder.


La situación actual
La situación actual en Haití es grave. Desde finales de febrero de 2024, la capital, Puerto Príncipe, está sumida en un estado de anarquía violenta. Las bandas han llegado no sólo a los barrios más pobres, sino también a las partes de la ciudad que antes eran relativamente seguras y prósperas. Los habitantes de barrios como Pétionville, Laboule y Thomassin han huido de la violencia.


Las bandas han atacado infraestructuras clave, como el suministro eléctrico, dejando partes de la ciudad sin energía. El aeropuerto y el puerto de Puerto Príncipe llevan mucho tiempo cerrados y siguen sin funcionar con normalidad, lo que ha provocado escasez de alimentos y ayuda médica. La ONU calcula que la mitad de la población de Haití, unos 11 millones de personas, pasan hambre en la actualidad.


Mientras el pueblo haitiano sufre la violencia de las bandas, los líderes políticos luchan por encontrar una solución. El Primer Ministro Ariel Henry, que asumió el cargo tras el asesinato de Moïse, no consiguió restablecer la seguridad. Dimitió en marzo de 2024 ante la presión y la incapacidad de controlar el caos y la violencia en el país. En un mensaje de vídeo, afirmó que el país necesitaba paz y estabilidad.


Una nueva esperanza
En estos tiempos oscuros, el nombramiento de Garry Conille como nuevo primer ministro ofrece un rayo de esperanza. Conille, antiguo funcionario de la ONU, tiene experiencia en Haití. Anteriormente, de octubre de 2011 a mayo de 2012, fue primer ministro de Haití bajo el mandato del entonces presidente Michel Martelly y fue jefe de gabinete de Bill Clinton en su función de enviado especial de la ONU a Haití. Conille era director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe desde enero de 2023. "Juntos trabajaremos por un futuro mejor para todos los niños de nuestra nación", escribió Conille en X como respuesta inicial a su nombramiento. Conille fue nombrado Primer Ministro por el Consejo de Transición de Haití el 29 de mayo; llegó a Haití el 1 de junio.


Misión de seguridad de la ONU
Parte de la clave del éxito tendrá que ser el apoyo internacional. En octubre de 2023, el Consejo de Seguridad de la ONU ya había aprobado el despliegue de una misión multinacional de seguridad (MSS) dirigida por Kenia. Pero los obstáculos políticos y legales retrasaron la implementación; por ejemplo, en enero de 2024, un tribunal keniano dictaminó que era inconstitucional enviar agentes de policía kenianos a Haití. Esta sentencia está siendo impugnada, pero sigue causando retrasos. Además, la misión se enfrenta a problemas financieros, ya que el Fondo Fiduciario de la ONU sólo ha recibido $21 millones de los $600 millones necesarios. Kenia también quería que se le pagara por adelantado, pero las normas de la ONU establecen que sólo se puede pagar a plazos. La misión también se enfrenta a varios retos operativos, como el fuerte armamento de las bandas haitianas (y su escasez en el lado keniano), el riesgo de víctimas civiles en los combates urbanos y la posible corrupción en el seno de la policía haitiana. A pesar de estos retos, Kenia sigue decidida a liderar la misión, con el apoyo adicional de Estados Unidos.


Una batalla en múltiples frentes
Mientras las tropas keniatas se preparan para su misión, la violencia de las bandas no hizo más que aumentar en Haití el año pasado. Las bandas, que ya se habían unido y firmado "entre ellas un pacto de no agresión" , lanzaron ataques coordinados contra edificios gubernamentales e infraestructuras. La policía haitiana, escasa de personal y mal equipada, poco pudo hacer. Se calcula que hoy en día casi 80% de la capital haitiana está en manos de las bandas.


Futuro incierto
A medida que Haití se adentra en el verano de 2024, el futuro sigue siendo incierto. Aún no está claro si las tropas keniatas llegarán y cuándo, ni si serán capaces de hacer frente a las bandas. Hay grandes incertidumbres a la hora de romper el ciclo de violencia y pobreza. No será fácil, y el éxito no está en absoluto garantizado. La situación humanitaria también sigue siendo precaria, con un alto riesgo de enfermedades y hambruna.


Pero por primera vez desde la toma del vacío de poder por las bandas, parece haber un posible camino a seguir para este atribulado país. Los próximos meses serán cruciales. Mientras muchos de los ojos del mundo no están puestos en Haití, sino sobre todo en Ucrania/Rusia e Israel/Palestina, la esperanza puede ser lo único que le quede al pueblo haitiano. Esperanza de un futuro mejor, esperanza de paz, esperanza de un nuevo comienzo para Haití.

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333 días en un frente desconocido

A veces decimos que es fácil hablar en retrospectiva. Y estoy de acuerdo, a veces esa afirmación es bastante simplista. Como investigador, con las zonas de conflicto y crisis como campo de trabajo, me he familiarizado con la incertidumbre y el caos, con enfrentarme a peligros de vez en cuando. He conseguido resistir en algunas de las regiones más inestables de nuestro planeta. Sin embargo, el enemigo con el que me encontré hace 333 días era uno para el que nunca estuve preparado. Este enemigo invisible en la tierra de los ciegos, me arrebató de mis líneas de frente familiares y me colocó en una completamente diferente: 333 días en una línea de frente desconocida....

 

Perdidos en el caos

Allí yacía yo, en cuidados intensivos, a un mundo de distancia de los lugares donde una vez investigué e informé. Los recuerdos del caos y la violencia de la última década parecían aún más lejanos en aquel momento. Acababa de hacerle a mytje la señal de OK de los buzos y recibí una de vuelta de ella, lo que significaba que podía verme y que yo seguía allí. Tenía las manos atadas a la cama con unas suaves "esposas" y una serpiente en la garganta me impedía hablar. Cables y mangueras iban de distintas partes de mi cuerpo a máquinas que pitaban en la pared. En el delirio, me imaginaba a veces que esos armarios eran alimentados de vez en cuando por las enfermeras con col fresca y otras verduras, que cortaban frescas sobre una mesa, tras lo cual entraban en mi ingle y fluían hacia mi cuerpo a través de pequeños tubos. De vez en cuando comprobaban mis valores sanguíneos para ver si era necesario añadir más col o zanahorias, durante mi delirio veía más que no coincidían con la realidad. 

 

La señal de buceo de que todo iba bien no era una conclusión previsible

Dar la señal de buceo a Mijntje -que todo iba bien- resultó no ser tan obvio en retrospectiva. Sólo más tarde aprendí que las decisiones que parecían bien meditadas de antemano tienen mucho más peso a la hora de la verdad. Sobre todo cuando esas decisiones implican a alguien cercano y tienes que tomarlas en un entorno menos protegido que una agradable conversación con una buena copa de vino. Sólo más tarde comprendí lo mal que había puesto a alguien en un aprieto con esto.

Como te habrás dado cuenta, me resulta difícil hablar de este tema. Aunque me esfuerzo por ser abierto al respecto como siempre, es importante protegerme a mí mismo y a los que me rodean. Hago lo que puedo, pero pido comprensión. No obstante, a partir de aquí.

 

Sueños o realidad

Muchos de los detalles de lo que ocurrió en los primeros días en el hospital no me llegaron, o se me escaparon más tarde. No pude atar cabos hasta más tarde. Fueron conversaciones, cartas de pacientes y ataques de memoria los que me ayudaron a unir las piezas del rompecabezas. Recuerdo parte del vuelo de vuelta a los Países Bajos, la llegada al aeropuerto, nuestro regreso a casa. Recuerdo estar en el médico de cabecera, en el hospital, y luego una fuerte presión en el pecho. Creo que intentaba evitar con las manos y los brazos que me volvieran a presionar el pecho. Más tarde oiría que tuvieron que reanimarme. Pero si ahora me preguntan si lo que recuerdo fue un sueño o la realidad, no me atrevería a poner la mano en el fuego por ello. Los días y semanas que siguieron fueron una mezcla de realidad e ilusión, una experiencia que no le desearía a nadie.

Mi cuerpo estaba débil. Incluso sentarme erguida era una tarea ingente. En los primeros días, parecía como si estuviera pegado a la cama del hospital como un imán Los cables y tubos conectados a mí fueron disminuyendo día a día, hasta que finalmente incluso el gotero fue desconectado y retirado de mi mano, ahora muy débil. Creo que intervinieron en mi caso especialistas de casi todos los departamentos. Me administraron docenas de tipos de medicación, pero cada día me parecía un nuevo paso, a veces incluso una victoria, por pequeña que fuera.

En la pizarra a los pies de mi cama figuraba mi peso, entre otras cosas. Empezó en 77,5 kg y bajó a 62,4 kg en sólo una semana. Eso supone más de 15 kg de líquido abandonando mi cuerpo. Aunque nunca fui especialmente pesado, sobre todo en los últimos años, durante el proceso de rehabilitación posterior volví a acercarme gradualmente a los 80 kg.

 

La sensación de progreso y la lucha perdurable

A veces siento que todavía me queda mucho camino por recorrer, pero luego, cuando pienso en ese periodo, me doy cuenta de lo lejos que he llegado. Dicen que es así: se avanza rápidamente a trompicones, pero la recuperación no es un proceso lineal. Hay momentos en los que se tarda más en sentir que se ha dado un paso adelante, y no todo se puede medir. Lo que sí sé con certeza es que es intenso. Mis días están llenos de fisioterapia y terapia ocupacional, natación, idas y venidas al hospital para hacerme pruebas y mucho más.

Han pasado 333 días desde que estuve al borde de la muerte, y puedo mirar atrás con una perspectiva diferente. No sólo el periodo en el hospital, sino también el anterior. Después de estar unos meses en casa y recibir tratamiento diurno, hace una semana y media volví a ingresar en la clínica de rehabilitación. Lo que al principio parecía una lesión hace tres meses resultó ser un problema más complejo. Tras una operación hace quince días, está prevista otra dentro de unas semanas. Si todo va bien, después de eso pronto podré trabajar en mi rehabilitación y volver a donde estaba antes de la "lesión", para continuar desde ahí

 

Un enfoque renovado y el camino a seguir

Durante los seis primeros meses de mi rehabilitación, no podía pensar en trabajar. Sigue siendo difícil, pero, paralelamente a mi rehabilitación, intento dedicar algo de tiempo a explorar oportunidades. Por ahora, será en el frente digital, ya que a los demás frentes es difícil llegar en silla de ruedas. Además, mi estado de salud aún no me permite pensar en irme.

Las perspectivas son relativamente buenas y espero tener un panorama aún mejor dentro de tres meses. Una cosa es segura: esto podría haber salido mucho peor. Puede que no sea capaz de hacer todo lo que hacía antes, pero me ha dado nuevas perspectivas que me permiten hacer ciertas cosas mejor. Esto cambiará mi vida para siempre. Miro de otra manera mis propias capacidades, mi propio cuerpo, pero también a mis seres queridos y las cosas esenciales que hacen que la vida merezca la pena, cosas que a veces había perdido de vista.

En un futuro próximo, volveré a estar un poco más activo en línea. Es posible que de vez en cuando escriba sobre temas diferentes a los que normalmente estáis acostumbrados, pero espero que no sean menos interesantes.

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Mi primo se muere

En cuanto atravieso la puerta de su casa en Cabimas, recibo un abrazo que no parece detenerse. Han sido días difíciles para ella. La semana pasada recibió su primer tratamiento contra el cáncer. Tuvo suerte: los medicamentos necesarios para el tratamiento fueron financiados por su hija, que vive en Europa. ¿El coste de 10 tratamientos? Convertidos en 820 sueldos mensuales. Una semana antes, uno de los miembros de mi equipo trajo los medicamentos de Caracas a Cabimas, a 700 km de distancia.

Tumbada en su hamaca, relata los acontecimientos de las últimas semanas, cómo se le han caído unos huevos esta mañana y se ha puesto a llorar, y sobre todo cómo le ha sorprendido después tener que llorar por algo tan simple como unos huevos rotos: debido a la hiperinflación, una caja de huevos cuesta ahora el sueldo de un mes.

Mi primo se está muriendo

Ocurrió algo extraordinario. Publiqué en facebook una foto de la factura extrañamente alta de sus medicinas, 2.100 millones. Otro amigo de facebook respondió. Lilia: 'Mi primo se está muriendo, no hay medicinas, tiene un tumor en la cabeza". Me pongo en contacto con Lilia y me entero de que su primo Julián (24) está ingresado en un hospital público de Caracas. Decidimos ir en su busca.

La abuela de Julián vive en un suburbio de Caracas. Con lágrimas en los ojos, relata la infancia de Julián. Era un niño serio, no fumaba, rara vez bebía', incluso después del diagnóstico se mantuvo fuerte, nadie entiende de dónde sacó su entusiasmo por la vida y su energía durante todo este tiempo.

Hace varios años, su salud se deterioró. Al principio, la familia tenía dinero para ingresarlo en una clínica privada, pero al aumentar rápidamente la inflación del país, el dinero se acabó "todo el dinero se fue en medicinas y comida". Además, la familia perdió dinero, ya que fue a parar al bolsillo de un especialista, que acabó desapareciendo al extranjero con el dinero sin proporcionarle tratamiento.

Julián acaba en El Llanito, uno de los mayores hospitales públicos de Caracas. La familia acude al gobierno para solicitar ayuda, pero tarda dos años en recibir la primera.

Los medicamentos se revenden

El mundo de la medicina en Venezuela atraviesa una enorme crisis. Los medicamentos son casi imposibles de conseguir y las medicinas importadas son inasequibles. Se han interrumpido los tratamientos contra el cáncer, el SIDA y la diálisis. Muchos hospitales están cerrados o casi no funcionan, muchos médicos han huido. Unas semanas antes, estaba frente a un hospital de Barquisimeto hablando con un grupo de estudiantes de medicina; ninguno de ellos tenía intención de quedarse en Venezuela tras terminar sus estudios. Con un salario mensual de menos de 12 euros convertidos, los médicos que se quedaron apenas pueden llegar a fin de mes. Los medicamentos destinados a los pacientes no se administran, sino que se revenden de forma privada, con lo que el dinero de las manos obtiene prioridad y un mejor tratamiento.

Piloto, profesor o chef al fin y al cabo

De niño, Julian quería ser de todo. Piloto un día, profesor al siguiente, me informa la madre de Julian en una de nuestras conversaciones. Un tesoro, aprendió mucho. Antes de caer enfermo, hubo un momento en que decidió hacerse cocinero y vendía shoarma en el garaje de su casa. Desgraciadamente, sus manos ya no eran lo bastante rápidas, pero lo intentó de todos modos. Los fines de semana pasaba mucho tiempo con su abuela y su abuelo. Este último era como un padre para él. En general, era un buen chico. Salvo para cosas normales como limpiar la ropa, nunca se metía en líos ni discutía. Su vida consistía sobre todo en estudiar, comer y dormir. E incluso ahora, durante su enfermedad, habla de seguir estudiando en la universidad y montar su propio negocio.

Supervisado por departamentos gubernamentales

La abuela de Julian me invita a visitar el hospital. No tienen nada en el hospital. Tengo que llevar de todo, comida, medicinas, productos de limpieza, allí no tienen ni agua', me informa la abuela por el camino. El hospital de Llanito está vigilado por los servicios gubernamentales, a la entrada del hospital hay un puesto de control de la Guardia Nacional, y miembros de la Guardia también se pasean por el hospital. Los forasteros y, desde luego, los periodistas no son bienvenidos aquí, pero la abuela consigue colarme por los controles.

Condiciones deplorables

La mayoría de las luces no funcionan, pero uno de los cuatro ascensores del hospital (sin mantenimiento desde hace años) funciona. Está sucio, apesta. Llevo la bolsa de comida cuando entramos en la habitación de Julian; resulta que no está allí, sino en la unidad de cuidados intensivos. Lo buscamos, algo que resultará más difícil de lo pensado, ya que al principio nos niegan el acceso. Sólo más tarde me daría cuenta de las miserables condiciones de los cuidados intensivos, donde, debido a la falta de limpieza y desinfectantes, su sentencia de muerte está casi firmada. Le visito todos los días, si no puedo ir en coche o en metro, voy andando", me dice la abuela mientras nos alejamos de la sala. Una enfermera grita tras nosotras 'no olvidéis comprar jabón y pañales'.

Descenso

Tras un largo diagnóstico, a Julian le dicen que tiene un tumor cerebral que no es tratable (ed: en Venezuela), y a partir de ahí todo va cuesta abajo. No se pueden encontrar los antibióticos necesarios, la familia también tiene que buscar por su cuenta otros medicamentos e incluso el catéter y las bolsas de infusión están agotados en el hospital.

La situación de Julian empeora, ahora sólo puede comunicarse con los ojos y sufre incontinencia. Contrae meningitis. Según la madre de Julian, la contrajo en el hospital. En casa han tomado precauciones, como mantener a los enfermos alejados de Julian.

Unos días después de mi visita a Julian, una enfermera viene a decirle a la madre que tiene que visitar a su hijo porque se cree que no va a aguantar toda la mañana. Ella ve que Julian ya no está "con él" para entonces y que no puede respirar por sí mismo, "ya no respondía al tacto". Entonces le pido a Dios que libre a Julian de este sufrimiento. 5 minutos más tarde, vuelven a llamar a la madre y se entera de que su hijo ha entrado en coma, 5 minutos más tarde Julian muere a la edad de 24 años.

Gastos funerarios 60 salarios mensuales

La familia de Julian tiene suerte, el funeral se puede pagar porque el abuelo de Julian trabajaba en una universidad. Contribuyeron, y el empleador de la madre también aportó 20 millones. El coste total del funeral fue de 300 millones (ed: convirtió 60 salarios mensuales más primas). Hubo que alquilar el ataúd. La madre me hizo saber que tenía suerte de contar con una familia numerosa para ayudar, "los miembros de la familia hicieron todo lo que pudieron. Los primos, por ejemplo, ayudaron a buscar medicinas en Internet". Otros no tienen esto y están solos".

A veces la familia no puede quedarse en el tanatorio por el olor a cadáver. Hay demasiados muertos y "algunas personas no tienen dinero para el funeral y dejan el cuerpo allí".

Para su funeral, mamá compró rosas blancas para repartir entre sus seres queridos. Una de las personas que recibió esa rosa contó que Julián también le había regalado una a ella una vez. Cuando era pequeño me la traía al trabajo. Todo el mundo lo quería. Era muy inocente, diferente a los demás. No puedo aceptar que una persona de su carácter muera así'.

Culpa del Gobierno.

La madre cree que la muerte de Julian es culpa del gobierno, ha trabajado como profesora durante 15 años y el seguro no le ha ayudado ahora. "Es culpa del gobierno". "Maduro debería mandar gente a ver qué está pasando en los hospitales. No puedo entender que no sepa, si manda gente puede ver el sufrimiento y la necesidad de la gente."

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Opinión: Holanda, fatalmente irresponsable

Mientras todos los vecinos de Venezuela hacen todo lo posible para controlar el flujo de refugiados y aumentar la presión sobre el régimen dictatorial de Maduro, los refugiados tienen que ser deportados del Reino Holandés a toda costa, con todas las consecuencias que ello conlleva. Ni siquiera se evita hacer tratos con criminales buscados internacionalmente. En los últimos meses, estuve investigando esta crisis humanitaria y el dudoso papel de Holanda en todo esto tanto en Venezuela como en Curazao. Dada su aguda importancia, he aquí un breve relato. 

Huir para sobrevivir

Millones de venezolanos huyen de la dictadura en busca de una vida mejor. Cientos de miles huyen simplemente porque no hay comida o porque necesitan atención médica. Otros huyen por miedo a ser detenidos o a algo peor. Miles cruzan cada día las fronteras de Brasil y Colombia, y algunos se arriesgan a llegar a las islas del Reino Holandés en desvencijadas embarcaciones. Los que tienen suerte pueden vivir allí a la sombra de los turistas en la ilegalidad con el temor diario de ser detenidos, los que tienen menos suerte son detenidos incluso antes de llegar, encarcelados en condiciones inhumanas, sólo para ser devueltos a la dictadura de la que huyeron con todos los riesgos que ello conlleva.

 

Una crisis humanitaria

Los vecinos de Venezuela, la UE, las Naciones Unidas, Amnistía y ACNUR, todos menos la propia dictadura reconocen que está en marcha una crisis humanitaria, una de las mayores conocidas por nuestra generación. El régimen del "presidente" Nicolás Maduro culpa a una supuesta guerra económica que se libra contra el país. Califica de inverosímiles las cifras de refugiados. Mientras tanto, millones de venezolanos han huido porque la supervivencia se ha vuelto sencillamente imposible; se espera que el flujo de refugiados no haga más que aumentar. Los pocos alimentos que quedan son inasequibles, la mayoría de los hospitales han cerrado y las medicinas son prácticamente imposibles de conseguir. Los enfermos de cáncer, sida y diálisis están condenados.  

La gran mayoría huye a sus vecinos más grandes, Brasil y Colombia, donde son reconocidos como refugiados; la relajación de los requisitos de visado y el estatus especial les dan cierta protección. Muchos siguen su camino, a veces incluso a pie, hacia Ecuador y Perú. La presión en las zonas fronterizas es intensa y la ayuda internacional sólo ha empezado a llegar recientemente.

Vuelos a Curaçao

Otros optan por llegar a las islas del Reino desde el norte de Venezuela en embarcaciones cada vez más desvencijadas. Si el año pasado podía ir por 12 euros, hoy la demanda ha aumentado tanto que el precio ha subido a 300 dólares. Una o varias embarcaciones parten diariamente por la noche. Entre 15 y 30 refugiados navegan hasta justo frente a la costa de Curaçao, donde tienen que llegar a la isla nadando. Hace poco, en Puerto Cumarebo, hablé con algunos venezolanos a punto de partir y les pregunté qué esperaban. Hablaron de su última oportunidad. La travesía de 70 kilómetros puede ser peligrosa, varias veces han aparecido cadáveres en Curaçao.

Deportados directamente

A veces las embarcaciones son interceptadas por los guardacostas incluso antes de llegar a la costa. Estas personas son arrestadas inmediatamente y recluidas en prisión, desde donde son deportadas (a veces tras sólo unos días) de vuelta a la crisis humanitaria de la que huyeron. Las condiciones carcelarias son degradantes. Varias declaraciones de testigos y un reciente informe de Amnistía confirman el panorama de menosprecio, malos tratos e imposibilidad de reclamar derechos. Se separa a los niños de sus padres y se les niega asistencia médica. Tanto Amnistía como ACNUR han pedido al Reino que ponga fin a este trato degradante.

Indocumentados ilegales

La mayoría de los refugiados consiguen llegar a las islas sin ser interceptados. Sin embargo, el reino no reconoce a estas personas como refugiados, sino que se refiere a ellos como inmigrantes ilegales indocumentados. Estas personas, estimadas entre 10 y 15 mil, viven ilegalmente en la isla. Muchos de ellos viven en la clandestinidad, temerosos de ser detenidos y deportados, sin posibilidad de reclamar asistencia médica ni ningún derecho. Muchas mujeres acaban prostituyéndose, se calcula que unas dos mil. La policía realiza regularmente registros por toda la isla, deteniendo a veces a docenas de refugiados a la vez.

Curaçao afirma que no tiene capacidad ni recursos económicos para acoger a los venezolanos. Varias veces se ha pedido ayuda a "La Haya", pero allí los dirigentes señalan la responsabilidad propia de las islas. Sin embargo, Holanda ha prometido ayuda en lo que respecta al conocimiento del servicio de inmigración y naturalización y ha prometido 100.000 euros para renovar la prisión. La semana pasada, añadió una promesa de algo menos de 150.000 euros para realizar un refugio cerrado para mujeres.

El turbio acuerdo de Block

en abril de este año El ministro Blok apareció de la nada en la televisión venezolana, donde acababa de lograr un acuerdo en secreto durante una visita no anunciada que tuvo como resultado el levantamiento del bloqueo fronterizo de larga duración entre Venezuela y las islas holandesas. Le acompañaba, entre otros, el narcotraficante Tareck El Aissami, buscado por Estados Unidos. Más tarde nos enteramos de que Stef Blok había estado trabajando entre bastidores para preparar este acuerdo y aprovechó la visita de Estado a Colombia para ultimarlo.

Cárceles llenas

Más tarde, la intención de Blok en un entrevista con René Zwart: Durante mi visita pude comprobar los efectos del bloqueo. Las islas han sufrido mucho. Dependen de las importaciones de alimentos procedentes de Venezuela, especialmente frutas y verduras. También está el problema de la gente de Venezuela que viene a las zonas caribeñas del Reino en busca de una vida mejor. Las islas no tienen sitio para eso. Amenaza con convertirse en un número tan grande que llegaría a ser perturbador. Por eso es de suma importancia que los emigrantes que vienen a las islas por motivos económicos puedan ser devueltos. Para mí, por tanto, lo esencial era conseguir que se levantara el bloqueo y, sabiendo lo crucial que es para las islas, para eso trabajé".

El polémico cónsul de Aruba

En un principio se dijo que el motivo del bloqueo era el contrabando. Sin embargo, lo que estaba en juego entre bastidores era que los Países Bajos estaban bloqueando el nombramiento del nuevo cónsul de Aruba, Carlos Mata Figueroa. Los Países Bajos amenazaron con bloquear el nombramiento no sólo porque este ex militar no tiene experiencia diplomática alguna, sino también porque se sabe que tiene vínculos con el Kartel de los Soles y también se sospecha que es responsable de ordenar asesinatos. Cayó en desgracia después de que, cuando era gobernador, ordenara a los tupamaros que atacaran a los socios de su candidato opositor. Durante la conferencia de prensa de Blok y Aissami, quedó claro que Holanda ya no bloquearía el nombramiento y, al día siguiente del acuerdo, Carlos Mata Figueroa fue nombrado cónsul de Aruba.

Maikel Moreno

Varios países, entre ellos Holanda (a través de la UE), han incluido a la mayoría de los dirigentes del régimen en la lista de sanciones. Incluido Maikel Moreno, que aparece con un total de 42 países en la lista de sanciones. Maikel Moreno es el presidente del nuevo tribunal superior creado por Maduro y además de ser corresponsable de la violación de los derechos humanos, también es sospechoso del asesinato de un adolescente, por el que en 1989 fue detenido se convirtió. Semanas después de firmar el acuerdo con el ministro Blok, Moreno, sancionado por Holanda, comparece ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Las respuestas a las preguntas parlamentarias muestran que los Países Bajos tuvieron que hacer un esfuerzo especial para quitarse de en medio las sanciones y hacer posible esta visita.

Ejecuciones sumarias

Varias organizaciones señalan violaciones de los derechos humanos. Cientos de personas murieron durante las protestas y miles fueron detenidas. Recientemente, Amnistía publicó un informe según el cual más de ocho mil venezolanos han sido ejecutados sumariamente en los últimos años.

Inmediatamente después de la firma del acuerdo, el Reino siguió deportando a refugiados venezolanos. Los barcos fruteros, que según Blok fueron una razón clave para el acuerdo, llevan meses esperando y han perdido su lugar permanente en el muelle de Curazao (temporalmente).

Lo que pienso

Durante mi última investigación, de tres meses de duración, fui en busca de venezolanos deportados recientemente por el Reino. Unos pocos habían decidido huir a otro país vecino, otros estaban a punto de hacer otro intento de llegar a las islas, pero el rastro de varios es oscuro tras la deportación. Las familias con las que hablé están angustiadas y temen no volver a ver a sus hijos. En una emisión en" El verdadero John!" de la semana pasada, yo también expreso mi angustia por el destino de los refugiados deportados desaparecidos. Durante mi investigación también queda claro que en Curaçao existe un procedimiento de asilo, pero que es inaccesible. Una acción con cámara oculta revela cómo las personas son enviadas de un lado a otro y, en última instancia, nunca se les ofrece la posibilidad de un procedimiento de asilo.

Cómplices a sabiendas

Las recomendaciones del informe de Amnistía -incluida la suspensión temporal de la deportación de refugiados- fueron ignoradas por Curazao la semana pasada. Curazao y también los Países Bajos siguen calificando a los refugiados de inmigrantes ilegales indocumentados que llegan a la isla por motivos económicos. Yo lo veo de otra manera: no son refugiados económicos, pero hay razones económicas para no verlos como refugiados. Y con ese pensamiento, sabiendo lo que está pasando en Venezuela, conociendo opiniones e informes de diversas organizaciones, sabiendo que la oposición política y las críticas contra el régimen de Maduro pueden llevar a la cárcel o a la ejecución sumaria, sabiendo que la gente está muriendo a gran escala debido a la escasez de alimentos y medicinas. Saber todo esto y, sin embargo, simplemente enviar a la gente de vuelta sin ningún procedimiento de este tipo te hace cómplice de su destino.

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Conversación con Jan Roos en el Café Weltschmerz

Café WeltschmerzEl país es uno de los más peligrosos del mundo, con 27.000 asesinatos anuales. 96% de ellos quedan sin resolver. El periodista Michel Baljet necesita un equipo de lugareños para sentirse algo protegido al pasear por Caracas. Un reportaje sobre los acontecimientos en un país vecino del Reino de los Países Bajos.

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Cómo uno de los países más ricos del mundo puede ser pobre - Parte 1

Ayer en Venezuela, a raíz de una investigación sobre "tipos de cambio ilegales", fueron detenidas 86 personas, se emitieron 112 órdenes de detención, se realizaron 596 allanamientos y se congelaron 1133 cuentas bancarias. Maduro lo llama el resultado de una de las mayores investigaciones criminales de la historia. Pero, en realidad, no es más que una distracción del verdadero problema.

No hay oficinas de cambio

A diferencia de muchos otros países, en Venezuela no hay oficinas oficiales de cambio de divisas. El cambio sólo puede hacerse en el gobierno, pero éste ya no dispone de dinero. Por lo tanto, está prohibido cambiar divisas como dólares. Sin embargo, el comercio en el mercado negro es gróót, y el precio se ha disparado. En 2014, era de 80 bolívares por dólar. Hoy supera los 550.000 bolívares.

El comercio de alimentos

En cambio, el gobierno mantuvo artificialmente bajo el tipo de cambio del dólar durante décadas. 1 dólar costaba 10 bolívares, pero sólo lo podían obtener las empresas amigas del gobierno. Dado que 85% de los productos son importados a Venezuela -y casi no había producción en su propio país- el gobierno logró mantener así el poder sobre el comercio de alimentos. En los últimos años, el gobierno se alejó un poco de la política de un solo curso. Ahora operan varios. Todos ellos aún lejos de la tasa del mercado negro.

No te enganches todavía. Si quieres entender cómo uno de los países más ricos del mundo puede ser pobre, tenemos que pasar por esto. Las reservas de divisas, todavía 9,8 mil millones. Para pintar un cuadro. El presupuesto de Holanda (2018) es de 277 mil millones. Volviendo a Venezuela. 95% de los ingresos de Venezuela provienen de las exportaciones de petróleo. La producción de petróleo del país se ha reducido a la mitad en los últimos años (fallos en las refinerías, etc.). El precio del petróleo ha vivido tiempos mejores, pero sigue siendo más alto que cuando Chávez llegó al poder.

Las deudas

proceden del petróleo. La producción se ha reducido a la mitad. Ahora unas palabras sobre las deudas. Para seguir pagando todo, el régimen ha pedido prestado mucho dinero (a China). Compran sus armas con préstamos (de Rusia). Pagan esos préstamos con petróleo. En total, más de 2/3 de las exportaciones de petróleo se destinan a pagar préstamos.

Así que la producción de petróleo disminuye, lo que sale de las refinerías se va en deuda y el país, dependiente de las importaciones, se queda sin divisas. Las compañías aéreas ya no pueden cobrar y dejan de volar al país. Los alimentos dejan de importarse y empiezan a escasear. Los medicamentos dejan de importarse y la gente muere.

La escasez de alimentos
La escasez de alimentos, unida a los precios regulados por el gobierno en algunos productos, detuvo la última producción de alimentos del país. Crecieron las colas en los supermercados estatales. Surgió un mercado negro de alimentos con precios en rápido aumento.
La gente sigue necesitando comer, los medicamentos se necesitan desesperadamente. El gobierno dice que no hay crisis humanitaria en el país, por lo que tampoco se permite la ayuda internacional. La gente tiene que conseguir alimentos y medicinas en los países vecinos. Nadie acepta su moneda, el bolívar. El gobierno no tiene dólares, está surgiendo un mercado negro de dólares.

Salario de 2 dólares al mes
Mientras tanto, el salario mínimo desciende rápidamente. La media actual en el mercado negro es inferior a 2 dólares al mes. La gente vende sus posesiones, se mete en la delincuencia o se prostituye. La corrupción va en aumento. Cientos de miles de personas huyeron del país en los últimos meses.

De vuelta a donde empecé. El gobierno califica las detenciones de ayer como el resultado de una de las mayores investigaciones criminales de la historia de Venezuela. Y como Bart Schut también señala, el país tiene problemas mayores. Y este ejemplo es sólo la punta del iceberg. Mientras tanto, Brasil se plantea cerrar su frontera, es más difícil huir a Colombia, Chile impone requisitos de visado más estrictos y estamos devolviendo refugiados venezolanos.

Distracción

Maduro seguirá haciendo de todo menos distraer la atención de los problemas reales (incluida la corrupción). Mientras tanto, cientos de miles morirán por la escasez de medicinas, alimentos y por el aumento de la delincuencia.

No veremos mucho de esto. Muchos periodistas están atrapados, han huido del país y la comunicación con el exterior será cada vez más difícil. La gente perderá la esperanza de recibir ayuda internacional. Esto es todo por hoy. Tenía que salir. Gracias por su tiempo. No olviden este país, están advertidos.

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Un pensamiento: La vida de un periodista freelance

Para empezar. Soy consciente de que puedo elegir hacer lo que hago. Lo considero un privilegio. En muchos países, la gente no tiene elección. Yo también podría haber hecho otra cosa. También sé que ahora mismo no tengo precisamente el currículum más bonito. Los que me conocen un poco saben que tengo una gran mochila.

Y desde una situación sin hogar hace unos años, estoy tratando de encontrar mi nicho. Dicho esto; al igual que muchos autónomos, estoy intentando encontrar un lugar en el periodismo. Es una decisión consciente no reseñar películas ni escribir sobre los últimos partidos de fútbol.

Por desgracia, vivimos en un mundo en el que no todos tienen las mismas oportunidades. Un mundo en el que inocentes se convierten en víctimas de la opresión, la corrupción o una guerra que no pidieron.

Permítanme empezar diciendo que no empecé a hacer lo que hago para hacerme rico. Le doy poco valor a las cosas materiales, pero quiero poder pagar el alquiler a final de mes. Asumo el riesgo de trabajar en zonas de crisis y, por supuesto, ningún medio de comunicación está obligado a aceptar nada de mí. Pero me preocupa el periodismo.

En los últimos años, las fusiones y los recortes presupuestarios han cambiado muchas cosas. El personal fijo ha sido sustituido por autónomos y las redes sociales y el periodismo ciudadano han adquirido un papel importante en la recopilación de noticias. A los corresponsales (extranjeros) que siguen teniendo un empleo fijo se les asigna un área de cobertura cada vez más amplia, a veces incluso una sola persona para todo un continente.

Los one liners y los artículos populistas ganan la partida a la investigación en profundidad y el delirio del día parece haberse convertido en objeto de sufrimiento. Un atentado ya no tiene valor de noticia y las guerras que continúan parecen olvidadas.

A veces es frustrante y desalentador pasear por algún lugar donde la gente se muere literalmente de hambre o por falta de medicinas, y mirar a mi alrededor a un mundo que parece ciego.

Un artículo fundamentado sobre 25.000 asesinatos en un país como Venezuela no me lo quito de encima, pero que me dejen encerrarme voluntariamente en la cárcel más conocida del país, eso sí que puntúa.

Antes de un viaje, por supuesto, intento conseguir cartas de intención, lo cual es difícil, a veces porque no sé lo que voy a escribir hasta que estoy en algún sitio, pero sobre todo porque no se pueden adquirir compromisos de antemano.

La mayor parte de lo que hago lo pago de mi bolsillo, por adelantado, y luego tengo que apostar a que la miseria que encuentro está lo suficientemente de moda como para venderla. A veces intento recaudar dinero mediante crowdfunding. Un viaje a una zona en crisis no es gratis. Aparte de los gastos de alojamiento, billetes y, a veces, algo de comida, una inversión importante es la seguridad (sí, no estoy cansado de la vida y a mi madre le gusta verme volver a casa sano y salvo).

Y luego llega el momento en que un redactor responde a tu propuesta o te pide algo. Regularmente te piden si puedes hacer brevemente un reportaje en directo sobre una situación actual. Gratis. Pero afortunadamente también hay encargos remunerados. Entonces empiezan las negociaciones, bueno, como freelance no tienes realmente mucho poder de negociación. Una entrevista de radio me sale por entre 45 y 145 euros, un artículo de 1.600 palabras con fotos me sale por un máximo de 350 euros y por un reportaje interior de 6 páginas puedo contentarme con 900 euros.

Una vez que vendo algo, vienen los plazos de pago. Con suerte, me pagan una factura en el plazo de un mes, pero lo más frecuente es que tenga que esperar tres meses o más para que por fin llegue a mi cuenta.

Siempre intento vivir de la forma más frugal posible cuando estoy de viaje. El billete de avión más barato, transporte público siempre que sea posible, alojamiento en lugar de hoteles, lo que sea. Pero no es gratis. Tampoco viajo con un equipo grande (aparte de mi posible seguridad), a menudo solo. Cámara, grabadora de audio y cuaderno en la maleta, ya que tener que ser capaz de entregar todo tipo de contenidos es un requisito.

Cada vez más en los últimos años, tengo la sensación de que las noticias no vienen del terreno, sino más bien del delirio de una redacción y de los feeds de noticias de agencias como la ANP y Reuters. Las noticias rápidas mandan. Un ejemplo. Por ejemplo, la limpieza del campo de refugiados de la Jungla. He estado allí varias veces, y estuve unos días antes del anunciado desalojo. Un día antes, un programa de actualidad me llamó para decirme que quizá necesitarían mi ayuda al día siguiente. El día del desalojo vi que habían enviado a su propio reportero, así que no era posible cancelar la visita. La radio aún era posible, sólo que no había presupuesto. 400 periodistas irrumpieron en el claro. Los coches de los medios de comunicación entraron sin reparar en gastos. El primer solicitante de asilo se puso delante de la cámara a los pocos minutos de llegar y, no mucho después, el circo mediático volvió a marcharse. Y con eso, el espectador en casa tuvo que conformarse.

Creo que los Países Bajos se están quedando atrás en periodismo. Cada vez más periódicos pertenecen a grandes grupos mediáticos. No tenemos un canal (de televisión) 24 horas.

Y luego está la confianza en el periodismo. Una combinación de populismo, pensamiento en blanco y negro y desconfianza general está desdibujando el valor de las noticias. Parece que ya no nos importan los contenidos, sino los títulos.

Bueno, eso tenía que salir. Propósito: En mi opinión, algo tiene que cambiar. Para un país rico y próspero como el nuestro, tenemos que hacer mejor frente a esto. Que tengan un buen día.